SINTRAMIENERGETICA EN SUIZA Y ALEMANIA REPRESENTADA POR ALFREDO TOVAR JUNTA DIRECTIVA NACIONAL


ALFREDO TOVAR SINTRAMIENERGETICA SECCIONAL BECERRIL Y MIEMBRO DE LA JUNTA DIRECTIVA NACIONAL





La gira empezó el día 14 de noviembre hasta el 03 de Diciembre, trabajo se inició el día 15 de noviembre estuvimos reunidos con el señor Francesco Cuatrinni delegado del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la sección de DDHH y Economía de Empresas privadas en Suiza. El 16 de noviembre estuvimos una audiencia donde puse en conocimiento los problemas que tenemos los trabajadores de las empresas Glencore, Drummond, CMC, FENOCO, PRODECO FRONTINO GOLD MINE en Colombia, como Son: Incumplimiento a Nuestra CCTV, la odiosa discriminación con los trabajadores Sindicalizados, el Impacto Ambiental, la Inversión Social en la región y el daño que genera el paso del Tren en el Corredor Minero, La presión que ejercen las empresas para que los trabajadores se desafilien del Sindicato, el incremento enfermos, los despidos y Asesinatos de Dirigentes Sindicales y las irrisorias regalías que dejan las empresas en Colombia.
Martes 16 de noviembre a las 11:00 a. m. tuvimos rueda de prensa con periodistas de Francia, Italia Y España ese mismo día a las 04:30 p. m. se hizo una exposición de un video de la comunidad indígena Wayuu ante activistas de la ONG y luego mi intervención sobre la problemática nuestra.
El miércoles 17 participamos en un taller que organizó una Iglesia de protestantes el cual llamaron TESOROS DE UNOS Y DESGRACIAS DE OTROS, en ese taller difundían si hubiera una mina a cielo abierto en Suiza. Se aprovechó para darles a conocer la situación de las comunidades y los trabajadores por la explotación de las minas a cielo abierto en Colombia y las desgracias que han causado. A las 06:00 p.m. tuvimos reunidos con unos estudiantes dela universidad de Berna y quienes protestan para que no hallan más empresas generadoras de energía a base de Carbón.

El jueves 18 en Ginebra la O.I.T. no nos pudieron a tender debido a que había que pedir cita con un mes de anterioridad por lo menos para poner en conocimiento ante este Organismo todos los atropellos, abusos y violaciones que hacen las empresas y algunos ministerios en nuestro país, por intermedio del Compañero Stephan se entregaron los documentos a la compañera Aida Abello quien es colombiana exiliada y trabaja en esas dependencias, allá se trabaja mucho desde la 1 de la madrugada hasta las 6 o 7 de la noche hora colombiana pero para eso me enviaron las cosas hasta ese momento nos salieron bien todas las audiencias que tuvimos, excepto la reunión con el ministerio de relaciones exteriores de Suiza. Estuvimos un evento parecido al que se hizo en Bosconia, aunque el material que se llevó para las denuncias que he hicieron no fueron muchas pero fueron muy acogidas y las tomaron con respeto. Tuve contacto con BARBARA RIMML e YVONNA ZIMMERMANN dos representantes del Sindicato UNIA que es el único sindicato del sector minero que opera en esta Capital.
Se prosiguió con el trabajo hicimos ruedas de prensa y charlas de toda la problemática que vivimos los trabajadores del sector minero.
El viernes 19 nos Trasladamos al localidad de Rorchach, nos reunimos con una diputada del Partido verde, Partido que también se opone a que construyan más centrales eléctricas alimentadas de Carbón. Luego nos reunimos con el presidente de la empresa R Power quien quiere invertir en una empresa generadora de energía a base de Carbón y que posiblemente se de Colombia a este señor le expusimos las violaciones de nuestros derechos laborales y Humanos y le peticionamos que si iban a comprar carbón en Colombia exigiera que fuera limpio sin violaciones a nuestro derechos al cual respondió que ese sería uno de los puntos que propondría en la junta con la empresa.
El sábado 20 El las 02:30 p.m. Hubo un evento donde una nutrida participación población de Schiers, la más asistida protestaba por la contaminación de las plantas de energía a base carbón como trabajador minero y miembro de la organización sindical me toco defender el derecho al trabajo y desde luego la preservación del medio ambiente, aunque era contradictorio pero le sugerimos a esa comunidad que nosotros no queríamos que se cerraran las empresas que hoy generan energía a base de carbón porque también tendrían que cerrar las minas, lo que no queremos es que abran más termoeléctricas.
El domingo 21 estuvimos en Freibur, poniendo en conocimiento de los asistentes al evento de cómo era que se explotaba el carbón en Colombia y las consecuencias que teníamos que soportar los trabajadores y comunidades aledañas al yacimiento minero por culpa de las transnacionales.
El lunes 22 llegamos a la ciudad de Tübingen allí nos reunimos con el alcalde de la ciudad y unos funcionarios públicos del partido verde, en esta reunión el alcalde no se vio muy interesado en el tema de las violaciones que hacen las empresas explotadoras de carbón en nuestro país porque el como que está interesado en invertir en una planta y como que él es accionista de esa empresa pero que de todas maneras dice que le interesa un comercio Justo. Me preguntaron que cual era nuestra propuesta yo le respondí que si iban a comercializar carbón de Colombia que le exigiera a la empresa que se los va a vender que respeten nuestro leyes, nuestra constitución y nuestros derechos.
Ese mismo día a las 08:00 p.m. hicimos una reunión con activistas de la comunidad allí tratamos el mismo tema.
Día 23 estuve en Colonia a las 02:00 p.m. me hicieron una entrevista en directo en una emisora universitaria, a las 07:30 reunión con comunidades de esa ciudad también dimos a conocer los mismos problemas que habíamos denunciado en reuniones anteriores.
Día 24 llegada a Fulda tratamos e hicimos las mismas denuncias.
Día 25 llegamos a Berlín, fuimos entrevistados por un periodista para la T V local, quien publica los problemas de América latina. En la tarde fuimos a una reunión con unos parlamentarios y su equipo de asistentes quienes escuchan nuestras quejas.
El día 26 de noviembre tuvimos dos reuniones una con el diputado Gerhard Fontagnier, y un representante del comité del medio ambiente y cooperación para el Desarrollo Económico. a quienes le dimos a conocer los problemas que padecemos los trabajadores de las diferentes empresas que explotan el carbón en Colombia y que consumen las plantas generadoras de energía en este país quienes nos han dicho que nos van a colaborar en lo que puedan y que también se pronunciaran ante el congreso de Alemania dándole a conocer que el carbón de Colombia no viene limpio en lo que se refiere a derechos humanos y Derechos laborales. Las peticiones que les hemos hecho es que como entes del gobierno alemán cumplan con lo prometido y se pronuncien contra las empresas que explotan el carbón en Colombia y contra el gobierno colombiano específicamente contra el Ministerio de la Desprotección Social ya que este ministerio avala las arbitrariedades que hacen las empresas transnacionales contra los trabajadores como la violación al libre derecho de asociación Sindical discriminaciones. Salariales, persecución a dirigentes Sindicales el incremento de trabajadores enfermos.
El día 27 y 28 tuvimos descanso.
El día 29 se visitó las ciudad de Stade, nos atendió la Jefa del partido verde en esa localidad y se hiso la charla con 40 personas de la comunidad. Le dimos la charla que íbamos presentado en dos secciones a los estudiantes del colegio más importante de la región charla que estuvieron asistidas por unos 200 alumnos cada una.
El martes 30 visitamos Kiel, en esta ciudad nos reunimos con la ONG GREENPEACE KIEL quienes trabajan por el medio ambiente y también se oponen a que construyan más planta de energía alimentadas con carbón, allí se fundó la iniciativa de resistencia contra la construcción de centrales eléctricas a base de carbón.
El día 01 de diciembre en Hamburgo, nos reunimos con la parlamentaria del partido Democracia Cristiana Dra. Birgit Stoever a quien le pusimos las mismas denuncias.
El 02 Mannhein, a las 04:30 Otra rueda de prensa y las mismas denuncias, a las 07:00 reunión con las comunidades de esa ciudad.
Y finalizamos nuestra gira en Frank Furt, la reunión se hizo en la universidad Johann Wofgang Goethe, se hicieron las mismas denuncias que se tocaron en las reuniones anteriores.
La siguiente es una de la entrevista que nos hicieron por la prensa, está en español, italiano y Fances.
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06 de diciembre de 2010 - 18:28
El lado obscuro de la minería en Colombia

Minas de La Jagua, escenario de graves conflictos entre la empresa suiza Glencore y los trabajadores. (Ask!)
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Por Stefania Summermatter, swissinfo.ch
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En Colombia la actividad minera ha generado riqueza, pero no para todos. Si las multinacionales mantienen su expansión es a costa de un precio muy alto para las comunidades locales: poblaciones desplazadas, ríos y campos contaminados, sindicalistas silenciados.
Violaciones de los derechos humanos que ponen en tela de juicio también a una empresa suiza, misma que niega las acusaciones.

Colombia es el quinto país exportador de carbón en el mundo. De las mineras del norte, esta materia prima es transportada a Europa –sobre todo a Alemania– y utilizada para la producción de energía eléctrica. Las centrales de carbón alemanas proveen en parte a las empresas suizas, que en los últimos años han aumentado sus inversiones en carbón para cubrir las necesidades básicas.

En diversos países europeos la utilización de este combustible fósil se ha topado con la oposición de los ecologistas por la elevada emisión de CO2 que difunde en la atmósfera. Las incógnitas (o los reproches?)vinculadas al carbón no se limitan solamente a las centrales, último eslabón de una cadena productiva, sino que conducen hasta las grandes minas a cielo abierto que han desdibujado el perfil de la cordillera andina.

En países como Colombia, la extracción del carbón ha generado importantes violaciones de los derechos humanos y el deterioro del ecosistema. La denuncia no es nueva: desde hace varios años Amnistía Internacional y el Grupo de Trabajo Suiza Colombia luchan porque las comunidades locales recuperen el beneficio de sus materias primas.

“La situación en el norte de Colombia es particularmente difícil. Durante años esa región ha sido escenario de enfrentamientos entre la guerrilla, las fuerzas paramilitares y el ejército estatal”, explica Alfredo Tovar, sindicalista y obrero de una mina del departamento del César. “Y el precio lo paga sobre todo la población local: familias enteras han tenido que irse o han sido reportadas desaparecidas. Trabajadores, representantes comunales y dirigentes sindicales fueron acallados o asesinados”.

Alfredo Tovar acudió a Suiza para pedir justicia. Reivindica seguros sociales para todos los obreros, normas de seguridad en las minas e indemnización a la población por los daños sufridos. “El impacto medioambiental de la extracción del carbón es enorme: los ríos son contaminados y con ellos también la tierra y el ganado. Esto significa que esos campesinos que vivían de la agricultura y la pesca, ahora no tienen qué comer. Y ello, amén de que de la mina libera una nube negra de polvillo que causa graves problemas respiratorios”.

" El impacto medioambiental de la extracción del carbón es enorme: los ríos son contaminados y con ellos también la tierra y el ganado. Esto significa que esos campesinos que vivían de la agricultura y la pesca, ahora no tienen qué comer "
Alfredo Tovar, sindicalista
Multinacional suiza en punto de mira
En Colombia la extracción de las materias primas es, de hecho, monopolio de un puñado de multinacionales, algunas de las cuales tienen su sede en Suiza. Alfredo Tovar trabaja desde hace años en la mina la Jagua, propiedad de Glencore International AG cuya filial colombiana es Prodeco.

Poco conocida por el gran público, la Glencore International AG tiene su sede principal en el cantón de Zug y el año pasado realizó el volumen de negocios más elevado de Suiza (117 millones de francos), superando gigantes como Nestlé o Novartis. En Colombia controla dos minas de carbón a cielo abierto en el departamento del César y tiene un acceso privilegiado al puerto de Santa Marta (Magdalena).

Acompañado por representantes de ONG suizas y en representación del sindicato colombiano Sintramienergetica, Alfredo Tovar llamó a la puerta de Glencore International AG, sin obtener respuesta. La multinacional es acusada de promover una política poco transparente, hostil a los sindicatos y nociva al medio ambiente.

“No podemos negar que Glencore ha creado puestos de trabajo en Colombia, pero eso no le confiere el poder de violar los derechos de los trabajadores, de obstaculizar la libertad sindical, amenazando o despidiendo obreros que se atreven a levantar la cabeza”, denuncia Alfredo Tovar.

En los departamentos del César y de Magdalena se concentra gran parte de la riqueza del país, pero a menudo los pueblos han quedado sin agua potable, electricidad y servicios sanitarios. “La mano de obra llega sobre todo de otras regiones del país y los beneficios se van al extranjero … mientras aquí sólo quedan contaminación y pobreza. Como empleado de Glencor pido una indemnización para la región por los daños causados y pido respeto a los acuerdos sindicales firmados con los trabajadores”.

No solamente minas
La Glencore International AG se mantuvo sorda al llamado de Alfredo Tovar y las ONG suizas. Declinó también hacer declaraciones a swissinfo.ch. y se limitó a respondernos con un comunicado de prensa –firmado por la empresa Prodeco – en el que dice tener un programa de responsabilidad social y medioambiental.

En sustancia, la multinacional se presenta como el motor económico de la región: no sólo ha puesto a disposición “más de 5.000 empleos (directos o indirectos), 84% de los cuales en los departamentos del César y de Magdalena)”, sino que también ha intentado “mejorar la calidad de vida de las comunidades locales, mediante la creación de escuelas y otras infraestructuras”.

Con respecto a las acusaciones de violación de los derechos sindicales, la sociedad con sede en Zug aduce actuar “en conformidad con las leyes colombianas que garantizan la libertad de asociación, prohíben el trabajo forzado y garantizan condiciones humanas de trabajo”.

Suiza, mediación sin intervención
Ante la gravedad de las acusaciones, las ONG suizas han solicitado de manera reiterada la intervención de las autoridades suizas. “La respuesta es siempre la misma”, nos explica Stephan Suhner de Ask! Grupo de Trabajo Suiza-Colombia. “Suiza sigue de cerca los debates sobre la industria extractiva en los países del Sur, pero mantiene el máximo de reserva para no inmiscuirse en cuestiones de política interna”. El Ministerio suizo de Exteriores (DFAE) se limita a “invitar a las empresas a atenerse a los principios voluntarios en materia de seguridad y derechos humanos”, sin intervenir.

El portavoz del DFAE, Pierre-Alain Eltschinger, precisó a swissinfo.ch que “Suiza sigue de cerca este caso, en particular en lo que se refiere el respeto de los derechos humanos, y está en contacto regular con la empresa suiza concernida, la Glencore, el sindicato y la ONG colombiana”. Además, prosigue Eltschinger, “la embajada suiza en Colombia busca favorecer el diálogo entre las multinacionales y las organizaciones de defensa de los trabajadores”.

Alfredo Tovar volvió a Colombia sin respuestas. Lo esperaba una región golpeada por años de violencia y ultraje, el miedo a las represalias y la incertidumbre del mañana. En Suiza se quedaron los beneficios de una actividad considerada arbitraria y una advertencia que tiene el sabor de la lucha obrera: “¡El agua no es negociable. La vida no es negociable!”

Stefania Summermatter, swissinfo.ch
Traducción, Marcela Águila Rubín
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Colombia, il lato oscuro delle miniere svizzere di carbone

La miniera di carbone di La Jagua è all'origine di aspri conflitti tra i lavoratori e la multinazionale svizzera - di proprietà della svizzera Glencore International AG. (Ask!)
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Di Stefania Summermatter, swissinfo.ch
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In Colombia le attività minerarie hanno portato ricchezza, ma non per tutti. Se le multinazionali continuano a espandersi, il prezzo da pagare per le comunità locali è altissimo: villaggi evacuati, fiumi inquinati, sindacalisti messi a tacere. Violazioni che chiamano in causa pure un'impresa svizzera, che respinge però ogni accusa.

La Colombia è il quinto paese esportatore di carbone al mondo. Dalle miniere del nord, questa materia prima viene trasportata fino in Europa – soprattutto in Germania – e utilizzata per la produzione di energia elettrica. Le centrali a carbone tedesche riforniscono in parte anche le società svizzere, che negli ultimi anni hanno aumentato i loro investimenti nel carbone per coprire il fabbisogno di base.

In diversi paesi europei, l’utilizzo di questo combustibile fossile ha incontrato l’opposizione degli ecologisti per l’elevato tenore di emissioni di CO2 che diffonde nell’atmosfera. Le incognite legate al carbone non si limitano però alle sole centrali, ultimo anello di una catena produttiva, ma si spingono fino alle grandi miniere a cielo aperto che hanno ridisegnato il volto della cordigliera andina.

In paesi come la Colombia, l’estrazione del carbone è all’origine d’importanti violazioni dei diritti umani e del deterioramento dell’ecosistema. La denuncia non è nuova: da diversi anni infatti Amnesty International e il Gruppo di lavoro Svizzera Colombia si battono affinché le materie prime tornino a essere una risorsa per le comunità locali.

«La situazione nel nord della Colombia è particolarmente difficile. Per anni è stata teatro di scontri tra la guerriglia, le forze paramilitari e l'esercito statale», spiega Alfredo Tovar, sindacalista e operaio in una miniera del dipartimento del César. «E a farne le spese è soprattutto la popolazione locale: intere famiglie sono state allontanate o sono scomparse nel nulla. Lavoratori, rappresentanti comunali e dirigenti sindacali sono stati messi a tacere, o uccisi».

Alfredo Tovar è venuto fino in Svizzera per chiedere giustizia. Rivendica assicurazioni sociali per tutti gli operai, norme di sicurezza nelle miniere e un indennizzo alla popolazione per i danni subiti. «L’impatto ambientale dell’estrazione del carbone è enorme: i fiumi vengono contaminati e con essi anche la terra e il bestiame. Ciò significa che quei contadini che vivevano di agricoltura e pesca, ora non hanno più nulla da mangiare. Inoltre, dalle miniere si sprigiona una nube di polvere nera che è all’origine di gravi problemi respiratori».

" L’impatto ambientale è enorme: i fiumi vengono contaminati e con essi anche la terra e il bestiame. Ciò significa che quei contadini che vivevano di agricoltura e pesca, ora non hanno più nulla da mangiare. "
Alfredo Tovar, operaio alla miniera di La Jagua.
Multinazionale svizzera nel mirino
In Colombia l'estrazione delle materie prime è, di fatto, monopolio di una manciata di multinazionali, alcune delle quali hanno sede in Svizzera. Alfredo Tovar lavora da anni alla miniera La Jagua, di proprietà della Glencore International AG tramite la società colombiana Prodeco.

Poco conosciuta dal grande pubblico, la Glencore International AG ha la sede principale nel canton Zugo e negli ultimi anni ha realizzato il fatturato più elevato della Svizzera (117 miliardi di franchi nel 2009), superando giganti come la Nestlé o la Novartis. In Colombia controlla due miniere di carbone a cielo aperto nel dipartimento del César e ha un accesso privilegiato al porto di Santa Marta (Magdalena).

Accompagnato da rappresentanti delle ONG svizzere, per conto del sindacato colombiano Sintramienergetica, Alfredo Tovar ha bussato alla porta della Glencore International AG, senza però ottenere risposta. La multinazionale è accusata di promuovere una politica poco trasparente, ostile ai sindacati e nociva all’ambiente.

«Non possiamo negare che la Glencore abbia portato lavoro in Colombia, ma questo non le conferisce il potere di violare i diritti dei lavoratori, di ostacolare la libertà sindacale, minacciando o licenziando gli operai che osano alzare la testa», denuncia Alfredo Tovar.

Nei dipartimenti del César e della Magdalena si concentra gran parte della ricchezza del paese, ma spesso i villaggi sono lasciati senza acqua potabile, elettricità e servizi sanitari. «La manodopera arriva soprattutto da altre regioni del paese e i profitti se ne vanno all’estero… mentre qui resta solo contaminazione e povertà. Come dipendente della Glencore chiedo un indennizzo alla regione per i danni causati e per il carbone che portano via, e chiedo il rispetto degli accordi sindacali che hanno firmato con noi lavoratori».

Non solo miniere
La Glencore International AG è rimasta sorda di fronte all’appello di Alfredo Tovar e delle ONG svizzere. Anche ai microfoni di swissinfo, l’azienda non ha voluto rilasciare dichiarazioni. Ha invece risposto con un comunicato stampa – firmato dalla società Prodeco – in cui afferma di avere un programma di responsabilità sociale e ambientale.

In sostanza, la multinazionale si presenta come il motore economico della regione: non solo ha messo a disposizione «oltre 5'000 impieghi (diretti o indiretti), di cui l’84% dei dipartimenti del César e della Magdalena)», ma ha anche cercato di «migliorare la qualità di vita delle comunità locali, attraverso la creazione di scuole e altre infrastrutture».

Alle accuse di violazione dei diritti sindacali, la società con sede a Zugo dice di agire «in conformità con le leggi colombiane che garantiscono libertà di associazione, vietano il lavoro forzato e assicurano condizioni di lavoro umane».

La Svizzera media, ma non interviene
La Glencore non è però nuova a questo tipo di denunce. Accusata di violazioni dei diritti umani e danni ambientali in diversi paesi in via di sviluppo, nel 2008 ha ricevuto il Public eye award di Davos, l’oscar della vergogna.

Di fronte alla gravità delle accuse, le ONG svizzere hanno chiesto a più riprese un intervento da parte delle autorità elvetiche. «La risposta è sempre la stessa», ci spiega Stephan Suhner dell’ONG Ask! (Gruppo di lavoro Svizzera-Colombia). «La Svizzera segue da vicino i dibattiti sull’industria estrattiva nei paesi del Sud, ma mantiene il massimo riserbo per non intromettersi in questioni di politica interna». Il Dipartimento federale degli affari esteri (DFAE) si limita così a «invitare le imprese ad attenersi ai principi volontari in materia di sicurezza e diritti umani», senza però intervenire.

Ai microfoni di swissinfo, il portavoce del DFAE Pierre-Alain Eltschinger ha precisato che «la Svizzera segue da vicino questo caso, in particolare per ciò che riguarda il rispetto dei diritti umani, ed è in contatto regolare con le imprese elvetiche coinvolte, la Glencore, i sindacati e le ONG colombiane». Inoltre, prosegue Eltschinger, «l'ambasciata svizzera in Colombia cerca di favorire il dialogo tra le multinazionali e le organizzazioni a difesa dei lavoratori» .

Alfredo Tovar è tornato in Colombia senza risposte. Ad attenderlo c'è una regione messa in ginocchio da anni di violenze e soprusi, la paura di ritorsioni e l'incertezza del domani. In Svizzera restano i profitti di un'attività ritenuta arbitraria e un monito che ha il sapore della lotta operaia: «L’acqua non è negoziabile. La vita non è negoziabile!».

Los parlamentarios, periodistas y activistas de la defensa del medio ambiente nos dejaron las puertas abiertas por si seguían los problemas de violación de derechos Humanos y laborales

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