Insistimos… Hay que predicar con el ejemplo

Compañeros(as) trabajadores(as) de Drummond Ltd., sea esta semana santa un espacio para la sana reflexión, sobre el porqué "todos vivimos bajo un mismo techo, pero no tenemos el mismo horizonte". Sintramienergética no espera que todos los trabajadores de Drummond Ltd., piensen iguales o que tengan nuestra misma visión. Más sí es cierto que los intereses nos unen en propósitos afines que sólo se pueden materializar si existe unidad de los interesados. Antes de esclarecer este pensamiento, los invitamos a reflexionar junto con el llamado “Benemérito de las Américas”, aquel abogado de origen indígena zapoteca, varias veces presidente de México, que en alguna ocasión se le dio por afirmar que "Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Precisamente, en este sentido, nada más acertado que complementar su reflexión con la del Filósofo y escritor francés François Marie Arouet, más conocido como “Voltaire”, cuando dijo que “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”. De ahí que está claro que en el océano de las ideas éstas pueden navegar como peces en distintas direcciones. Y por ello, en esta oportunidad, queremos invitarles a la reflexión sobre el siguiente hecho:

A la empresa Drummond Ltd., por medio de sus áulicos, representantes y en boletines, le ha dado por difundir la idea de que la próxima negociación colectiva será un éxito, si a ella no van negociadores que tengan “intereses personales”. Sus representantes entre los trabajadores también lo proclaman y repiten como en una logia argumentando confusamente que “cuando no existen intereses personales, es posible la unidad”. Craso error, pues esa afirmación es igual a decir que “cuando no existen gotas de agua, es posible un océano”.

Compañeros, la lectura que se debe hacer de los “intereses” es que éstos tienen tres categorías básicas que son: 1º. Los intereses individuales, 2º. Los intereses Colectivos y 3º. Los intereses nacionales. Por ejemplo, un trabajador no tiene vivienda propia y por ende tiene la necesidad (el interés) de adquirir una vivienda propia para su familia. Ése es su interés individual y personal. Pero, si además de éste hay varios o centenas de trabajadores sin vivienda, entonces, aunque no estén organizados, tienen intereses comunes y, precisamente, las agrupaciones humanas surgen cuando hay una suma de intereses individuales. Allí este interés individual pasa a llamarse interés colectivo. La máxima expresión de los intereses de un pueblo, son los intereses nacionales, los cuales de todos modos se representan en las naciones y gobiernos con las ideas de una parte de la sociedad, pues como decía Carlos Marx "El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra". Luego, justamente la unidad se da cuando existe comunidad de intereses, comunidad de objetivos y comunidad de acción.

Esto es justamente lo que siempre ha defendido Sintramienergética y se manifiesta en que los pliegos de peticiones se redactan con las propuestas que todos los trabajadores hagan, se aprueban en Asambleas mayoritariamente y se eligen los negociadores por votación secreta, expresando la voluntad de la mayoría. El líder elegido defenderá el pliego aprobado por la mayoría tenga o no interés individual en el tema. Es decir, si el negociador ya tiene vivienda, defenderá la petición sobre el tema de la vivienda con el mismo ahínco en cumplimiento de su deber con la base que lo eligió. Esa es la lección.

Dicen algunos pensadores: “Ten cuidado con el hombre que nada ambiciona”, “Es un mal soldado el que no aspira a ser general”. El problema radica en la ambición, porque “El esclavo sólo tiene un dueño; el ambicioso, tantos como personas le puedan ser útiles a su fortuna” y en este sentido una de las desdichas de nuestro país consiste, como se ha dicho tantas veces, en que el interés individual ignora el interés colectivo. En consecuencia, invitamos a los trabajadores y trabajadoras de Drummond a pensar en que es mejor no abandonar lo ganado por lo que se piense ganar con los intereses compensatorios o retributivos que parecen ser deslumbrantes en dinero, pero que eclipsan la verdad de lo que se pretende. Pues la mejor manera de predicar es con el ejemplo.

Los intereses de los trabajadores representados en un Pliego de Peticiones son los intereses colectivos. Quién, que no se sienta representado en esos intereses puede hacer una buena defensa de ellos si es fácilmente corruptible por su ambición. Más vale dirigente probado que probar dirigente aparentemente desinteresado, pues a la primera oportunidad que tiente su ambición deja el interés colectivo a un lado. Veamos estos casos:

El señor ALDRY ACOSTA, Operador de Grúa, reunió a los operadores y les dijo que les iba a hacer una carta para que estos la firmaran, denunciando irregularidades de un Supervisor, fallas del Señor Felipe Castaño y, buscando en dicha carta que les aumentaran el sueldo de los operadores, obviamente incluido el suyo pues es Operador (Interés personal). Sin embargo, dicen los trabajadores que cuando la empresa le increpó por este hecho él se volteó y se echó para atrás diciéndoles al supervisor Javier Jácome y al señor José Luis Velásquez que él sólo era un mediador. ¿Dónde estuvo aquí la firmeza y la unidad para esta reclamación?. Como ñapa del asunto, el señor Aldry Acosta se ha dedicado a perseguir a los trabajadores y, particularmente, se quejan los mecánicos de quienes dicen los acusa de no servir para nada, e indisponiendo a sus compañeros operadores ante los supervisores.

Otro caso es el del señor ALFREDO BULA, Mecánico, quien como en casos anteriores que hemos denunciado hechos de directivos de Drummond, que predican seguridad industrial y no aplican, este señor en días pasados violó un procedimiento de seguridad que prohíbe laborar en los cuartos de máquina de las grúas cuando se están operando, y este no dijo nada. Los que lo vieron lo conminaron a reportar el hecho y que fuera al médico, lo cual hizo sólo después de 24 horas. En otra ocasión fue quemado en un brazo de forma accidental e involuntaria por un compañero con un soplete de soldadura, pero prefirió callar y trabajar con esta quemadura debajo del uniforme para no reportar el accidente. De ambos hechos tuvo conocimiento el señor Jorge Viera, Supervisor de Seguridad Industrial y tampoco pasó nada.

Finalmente, al Sr. LUIS ÁLVAREZ BOTITA, Capitán de Remolcador, hace pocos días la empresa le dio el cargo conocido como “5.2”, y enseguida aprovechó para perseguir a sus propios compañeros queriendo hacerlos sancionar por la empresa. En su oportunidad ocurrió que a un Marinero, una ola le mojó el uniforme, y le pidieron a Luis Álvarez Bottia que gestionara el cambio de uniforme, pero este no lo hizo, exponiendo la salud del compañero quien laboró toda la jornada con el uniforme mojado. También le comunicaron a “Royman”, Supervisor de Remolcadores (5.2” En propiedad) y tampoco hizo nada por solucionar el problema al trabajador. En estas circunstancias, qué podemos esperar de representantes de los trabajadores que hacen las mismas prácticas de los demás representantes de la empresa, que predican seguridad industrial y salud ocupacional y no la practican.

Por ello decimos compañeros que hay que predicar con el ejemplo.



¡VIVA LA UNIDAD EN SINTRAMIENERGÉTICA – ¡VIVA!, ¡VIVA!, ¡VIVA!



SINTRAMIENERGÉTICA
SECCIONAL CIÉNAGA

ANTONIO PEDROZA

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