CONMEMORACION 12 AÑOS DEL ASESINATO DE
LOS SINDICALISTAS VALMORE LOCARNO RODRIGUEZ Y VICTOR HUGO ORCASITA AMAYA.
Señores Asistentes:
Exactamente hoy han transcurrido 4380 días del más grande magnicidio proletario
en el Departamento del Cesar, en el cual cayeron víctimas de las metrallas
asesinas del Paramilitarismo, los dirigentes sociales VALMORE LOCARNO Y VICTOR HUGO ORCASITA, Presidente y Vicepresidente del auténtico Sindicato
de trabajadores de la DRUMOND, como
llegan a mi memoria las palabras de nuestro único Nobel, el Macondiano GABRIEL GARCIA MARQUEZ cuando escribía:
´´Desde la aparición de la
vida visible sobre la tierra, debieron transcurrir trescientos millones de años,
para que una mariposa aprendiera a volar, otros ciento ochenta millones de años
para fabricar una rosa sin otro compromiso que el de ser hermosa, y cuatro eras
geológicas, para que los seres humanos a
diferencia del bisabuelo del pitecántropo
erectus, fueran capaces de cantar
mejor que los pájaros y de morirse de amor´´.
Digo esto porque debieron pasar doce largos años, para que la balanza de
la paquidérmica justicia colombiana se inclinara un poquito y nos dijera hoy a nosotras
y a nuestros hijos, que el Estado y el monstruo capitalista fueron culpables de
tan viles y dolorosos asesinatos, y que tenemos derecho hoy después de ese
tiempo a que se nos resarza por el daño
causado a nuestras familias , pero también hoy con coraje, tenemos que decirle
a los autores materiales e intelectuales del hecho, que a pesar del daño moral
y económico causado, no cabe en nuestros corazones ni odio ni rencor hacia
ellos, como creyentes fervientes que somos, la cuenta de cobro que tienen que
pagarse en el más allá por tan execrable crimen, hoy en este solemne acto se la
entregamos y ponemos en manos de la justicia divina.
También, aun cuando parezca contradictorio en esta evocación solemne a
los inmolados dirigentes, tenemos que decir, que el fallo que ha proferido la justicia colombiana, se lo
tenemos que reconocer en parte, a las declaraciones de sus victimarios.
Fue así como JAIME BLANCO MAYA Y JESUS CHARRIS ,quienes como estocada final, al
ser juzgados por la justicia ordinaria, aceptaron sus cargos, reconocieron y
están seguros de la responsabilidad de la autoría intelectual de algunos
administradores de la DRUMOND en estos homicidios, digo en parte, porque si a alguien hay que agradecer
la materialización de este fallo que hoy nos otorga algunas asistencias, se lo
debemos en su totalidad a esa pléyade de abnegados profesionales que conforman
el Colectivo de Abogados José Alvear
Restrepo, quienes desde el mismo momento en que asumieron el compromiso de
reclamar nuestros derechos y los de nuestros hijos, siempre estuvieron seguros
de que se haría Justicia y con la paciencia
bíblica de Job, litigando en los estrados judiciales durante y a lo largo de tantos
años, estuvieron pendientes de nosotros, alentándonos para no claudicar ni desfallecer en la esperanza de un futuro
mejor para nuestros hijos y nosotras, Dios Bendiga a cada uno de los
integrantes del CAJAR, por eso pido
para ellos en este acto un fuerte y caluroso aplauso.
Finalmente tenemos que decir hoy a manera de recorderis a los actuales
dirigentes sindicales, que recurran a la memoria histórica, para perpetuar y
actualizar en las bases sindicales las sabias palabras de Simón Bolívar cuando
decía: “Los pueblos y hombres que no
conocen su historia están condenados a repetirla”.
Que no olviden este histórico pronunciamiento del Libertador, para que se
preparen y no sigan aportando más sacrificados
a la lucha obrera, que nunca olviden que estos Paladines del Sindicalismo, junto con otros
muchos como Gustavo Soler Mora, ofrendaron sus vidas en la búsqueda de unas mejores
y mayores garantías para la clase trabajadora en las Minas Colombianas, ellos,
que si se les hubiera provisto de los carros blindados y de los escoltas con que hoy cuenta la
dirigencia sindical después de sus muertes, seguro que ahora los tendríamos aquí
entre nosotros, honren sus memorias y no
los releguen al olvido fidedigno y al desconocimiento de sus nombres;cuando
digo esto, como envidio a la oligarquía, porque nunca olvidan a sus muertos, ejemplos claro de ellos hay
muchos, pero solo basta con nombrar a Álvaro Gómez Hurtado y otros; pareciera
que para la dirigencia sindical actual no les fuera
aplicable y no escucharon la frase del Presidente
Correa del Ecuador, cuando a raíz de la reciente muerte del Presidente Hugo Chávez,
dijo:
“A los hombres que mueren luchando por la vida, no se los
puede llamar muertos, siempre hay que tenerlos presentes y honrarlos”.
Pero así como para nosotros Víctor Hugo y Valmore seguirán vivos por
siempre y para siempre, sus nombres deberían inscribirse en los anales de la
historia político obrero del sindicato de los trabajadores de la DRUMOND, su sacrificio no debe dejarnos
en las mentes y voluntades el sabor
amargo de la derrota, antes por el contrario, debe servirnos y servirles a ustedes y a los que vendrán, para
acrecentar y enraizar más el espíritu por la lucha sindical en la búsqueda de
mejores reivindicaciones para la clase trabajadora, no importa que ellos se
hayan ido, hay que seguir adelante,porque como decía el Che Guevara:
“Podrán arrancar todas las
flores del campo, pero jamás podrán impedir que llegue la Primavera”.
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