CONTAMINACIÓN EN LA REGIÓN DEL CESAR

No es nada escribir estos renglones y que ustedes lo lean. Cuando tengan la oportunidad de visitar al Corregimiento de El Hatillo, municipio de El Paso, pues van a palpar las penurias por las cuales vienen atravesando los habitantes de ese caserío a quienes le arrebataron su tranquilidad, su paz y hasta su modo de alimentarse. La situación es bastante crítica toda vez que una desalmada empresa multinacional, como es La Vale, los engaño y los puso a firmar unos documentos para demostrar al ministerio que habían arreglado con sus habitantes, diciéndoles que tendrían mejor calidad de vida y desarrollo, pero que tristeza cuando la realidad es otra. Cuando uno escucha a sus habitantes hablar sobre sus penurias, estamos seguros que a las personas de carácter fuerte que no derraman una lágrima así nomás, estamos seguros que al ver esta realidad sus ojos se llenaran de lágrimas, a uno le entra mucha rabia y al sentirse impotente con tanta crueldad, sentimos un nudo en la garganta y nuestras lágrimas no se pueden contener. Confieso que lloramos al ver el sufrimiento de esa pobre gente, que su único pecado es ser pobre. Con un sol templado llegamos a la población a eso de las 10 am. Entramos por el también corregimiento de La Loma, quienes tienen a 500 metros la extracción de carbón y esto es cuento aparte. Por ahora nos dedicamos a conocer las denuncias de los pobladores del Hatillo. Con una tremenda nostalgia un campesino nos dice: “mire nosotros vivíamos muy feliz en esta tierra. Aquí hacíamos nuestras cosechas, pescábamos en el rio Calenturitas, hoy es solo barro, podíamos cortar un palo, pero ahora no tenemos trabajo, ni tierra, ni podemos pescar. Ahora esa empresa (Vale) tiene vigilantes en bestias y no nos dejan ni cortar un palo. Fíjese, los otros días fui a ganarme unos pesos llenando unos sacos de gravilla y llegaron los vigilantes y me dijeron: salga viejo, aquí no puede recoger nada”. EL HAMBRE EL PRINCIPAL PROBLEMA. Como ya no pueden cultivar, pues la tierra la tienen las minas, no pueden pescar ni criar animales, entonces la situación es bastante complicada. Antes eran auto sostenible y había abundante agua, ahora el agua desapareció. Otro habitante nos dice: “vea nosotros cuando teníamos hambre nos metíamos debajo de un palo de mango y por lo menos comíamos mango, ahora lo poco que paren la contaminación los daña, ni siquiera los limones dan para servir, los animales se van poniendo flacos y vemos que no pueden respirar y mueren, es decir no tenemos de dónde echar mano, por otro lado las casas se nos caen por efecto de las voladuras y como ustedes pueden observar, el botadero está a solo 500 metros del poblado, es por ello que la contaminación es tan alta que en horas de la mañana se ve como nieve”. Qué triste realidad. Con esto se demuestra que estas empresas lo único que les interesa es
llevarse nuestros recursos naturales y no les importa mas nada y lo hacen tranquilamente ya que nuestro querido país, desafortunadamente en materia de minería no tiene autoridad y esas multinacionales hacen lo que les da la gana. Uno se pregunta: ¿Cómo es posible tanta indolencia? ¿Cómo es posible que el gobierno colombiano se arrodille ante estas multinacionales? ¿Por qué el gobierno no hace nada por esos sufridos habitantes del Hatillo. Claro que no solo los habitantes del Hatillo tienen problemas, muchas poblaciones de La Guajira, Cesar y otros departamentos también están sufriendo duras consecuencias. ¿Por qué el gobierno perite que se vulneren o violen los derechos fundamentales, entre ellos el derecho a la vida? ¿Eso es lo que el presidente Santos denomina: locomotora del desarrollo? ¿Por qué los congresistas no dicen nada? ¿Dónde está la voz de nuestros diputados, concejales y alcaldes? Sinceramente creemos que la locomotora del desarrollo se descarriló y se convirtió en desastre ecológico y desastre social. Señor presidente desplazar gente de sus lugares de origen, explotar el carbón sin las condiciones requeridas, devastar nuestra ecología y crear mega problemas sociales, es el desarrollo de la llamada locomotora? Por favor señor Santos, aterrice. Este país no se le puede seguir entregando a las multinacionales que solo prejuicio nos traen. Estas explotaciones mineras no son buenas para el país por su gran efecto negativo para nuestra biodiversidad, ecología y humanidad. Muchas personas piensan que estas explotaciones son la redención para el desarrollo, pero resulta que la experiencia vivida de más de 20 años nos ha demostrado lo contrario, tanto en La Guajira como en el Cesar. Miremos no mas los mega problemas de La Jagua de Ibirico y La Loma, corregimiento de El Paso. Amigos periodistas, investigadores sociales y demás. La explotación minera es lo peor que nos ha podido pasar por sus consecuencias nefastas. Si bien es cierto que genera empleos y unas pírricas divisas, la verdad es que es mas el mal que nos hace a los seres vivos y al ambiente que las bendiciones que se reciben. Cuando uno vive en el ojo del huracán tenemos los elementos habidos y por haber para demostrar que estas explotaciones solo están dejando devastación de nuestra ecología y mega problemas sociales. Esto sin sumarle las bandas de bandidos que se pelean el territorio para apoderarse de las regalías que le pertenecen al pueblo, como ha ocurrido en tiempos no muy lejanos en La Jagua de Ibirico, donde se robaron más de 200 mil millones de pesos y como nos decía un amigo jocosamente que además de cotudo con papera, se le añade una serie de obras que se iniciaron hacen 9 años atrás las cuales fueron suspendidas por las llamadas cias, pero que dichos procesos andan en burro y cuando quieran fallar ya lo que se inició no sirve. Millones perdidos. El Hatillo se encuentra en proceso de reasentamiento, lo mismo que Plan Bonito y Boquerón, pero la verdad es que ya han pasado varios años y lo que están esperando es que la población muera por la contaminación que están recibiendo. Así como vemos las cosas, todo anda de patas pa riba. Hay desorden, corrupción por parte del ministerio. De nada valen las denuncias. VIOLENCIA PASIVA. No solo la guerrilla y los paracos han venido asesinando a los seres humanos. Lo que han venido haciendo funcionarios del Ministerio de Minas, también se llama violencia. Uno no entiende, cómo es que van a explotar una mina sin antes reubicar a las personas. Lo que han hecho con los habitantes del corregimiento del Hatillo, no tiene nombre. Allí hay violación de la Constitución, de los derechos humanos y de todo, con el visto bueno del ministerio. Qué maravilla!!!!. El gobierno colombiano no cuanta con normatividad y jurisprudencia específica para formular y ejecutar planes de reasentamiento, sin embargo cuenta con los recursos suficientes para defender los derechos de los desplazados y desalojados forzosamente en los distintos temas, pero vemos que la voluntad política es muy débil y por eso estas empresas han venido haciendo lo que les da la gana, es decir, violan la constitución y los derechos humanos sin contemplación alguna. Y para el gobierno no pasa nada. Todo está bien y por qué será?.

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