En la gran minería priman las pésimas condiciones de trabajo

4.500 accidentes de trabajo en los diez últimos años, solo en la Drummond, 700 enfermos profesionales hoy en El Cerrejón, casi ninguno reconocido por las Administradoras de Riesgos Profesionales, ARP, muchos enfermos de cáncer y bronquitis en Cerromatoso obligados a renunciar a su trabajo, dan una idea de lo que ocurre en las trasnacionales de la gran minería, empresas que, junto con Cerromatoso, en contraste, tuvieron en 2010 utilidades operacionales por 2,4 billones de pesos.
La denuncia fue formulada hoy por el senador Jorge Enrique Robledo en el debate a los ministros de Minas y de Protección que tuvo lugar en la Comisión Quinta. El senador del Polo Democrático dijo además que en toda mina a cielo abierto, sea donde sea, por ser actividad de alto riesgo, se presentan traumatismos, accidentes y enfermedades por el uso de materiales cancerígenos, maquinaria que vibra, ruido intenso y repetitivo, pero que en Colombia se multiplican los padecimientos por las largas jornadas laborales, de doce horas al día y sesenta y más horas a la semana, la falta de controles por parte del Estado y las pésimas condiciones de trabajo.

Lo que hay en el trasfondo de este drama es que en Colombia se habla de “democracia” pero se desconocen los derechos democráticos de los trabajadores, tales como los de organización y contratación colectiva. “Aquí es más fácil conformar una banda de secuestradores que un sindicato”, agregó. Además, de la Cooperativas de Trabajo Asociado, son varias más las formas de subcontratación, diseñadas para negarles los derechos a los trabajadores.

El senador del Polo detalló cómo opera la subcontratación en cuatro empresas trasnacionales mencionadas y precisó que, de un total de 28 mil operarios, 53% son indirectos, lo que hace que la tasa de sindicalización sea de apenas 27%. ¿Cuál es el secreto?, preguntó. Los obreros de contratistas perciben en los mismos oficios menos de la tercera parte de lo que ganan los de nómina. “Y nos quieren ahora hacer creer que todo se va a arreglar con una acuerdo entre el gobierno, las empresas y algunos dirigentes sindicales –dijo–, en el marco del Pacto Obama-Santos. No, no es cierto que se vaya a eliminar la subcontratación en sus múltiples formas y menos que el TLC les sirva a los trabajadores”.

Colombia además ostenta el récord mundial en crímenes de dirigentes sindicales, con 2.857 en los últimos años, el 63% del total planetario, y 51 asesinatos en solo 2010.

Robledo terminó demandando que se respeten los derechos sindicales y que las trasnacionales no sigan empeñadas en desconocer las indemnizaciones por accidentes de trabajo y enfermedad profesional. “Hay quienes creen en Colombia, con una lógica antediluviana, que al país le va mejor mientras peores sean las condiciones laborales”.

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